Una tiara de esmeraldas colombianas y diamantes -fue encargada por el conde Guido von Henckel, primer príncipe Von Donnersmarckk, para su segunda esposa, la princesa Katharina Henckel von Donnersmarck- se acaba de convertir en la más cara jamás vendida en una subasta y por la que un comprador anónimo de Norteamérica pagó 12,7 millones de dólares.
Seis personas compitieron por hacerse con la magnífica diadema de once esmeraldas de aproximadamente 500 quilates, cuyo precio se había estimado entre 5 y 10 millones de dólares (entre 3,5 y 7 millones de euros) y que podría ser la más importante que existe fuera de las casas reales, colecciones estatales y museos. la tradición indica que las esmeraldas pertenecieron a la colección personal de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, aunque se cree que antes adornaron el cuello de un Mahara. pocas joyas evocan el esplendor de la ‘Belle Epoque’ con tanta fuerza como esta tiara. Es fácil imaginar la admiración que la princesa Katharina suscitaba en cada una de sus apariciones, coronada con esas suntuosas esmeraldas”. la venta fué superior a una realizada que marcó 78.9millones de francos suizos, la tercera más alta para una venta de joyas en la casa de subastas.
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